HISTORIA
SANTA POLA EN LA HISTORIA
Historia de Santa Pola
Santa Pola es una ciudad cargada de historia. Desde sus primeros asentamientos en la Prehistoria hasta convertirse en un próspero puerto comercial durante la época romana, esta ciudad ha sido testigo del paso de diferentes civilizaciones. A continuación, hacemos un recorrido por las etapas más importantes de la historia de Santa Pola.
La Prehistoria: Primeros Asentamientos en Santa Pola
Los primeros rastros de actividad humana en Santa Pola datan del Neolítico, con el descubrimiento de la Cueva de las Arañas (Cova dels Frares) en el Carabassí. Este yacimiento, descubierto en 1967, alberga hallazgos que se sitúan entre el cuarto y tercer milenio antes de Cristo. Esta cueva no solo sirvió de refugio para las primeras comunidades humanas, sino que también pudo haber sido utilizada como lugar de enterramiento.
Entre los objetos encontrados destacan cerámicas decoradas, punzones de hueso y puntas de flecha de sílex, que evidencian la importancia de estos rituales en la sociedad neolítica de la época. La presencia de pinturas en las paredes interiores de la cueva, posiblemente de caballos, es un testimonio visual de las formas de vida antiguas.
La Época Íbera: Comercio y Conexiones Culturales
A mediados del siglo V a.C., en Santa Pola se estableció un importante centro comercial costero, que facilitaba el tráfico de mercancías por el Mediterráneo. Este asentamiento, situado en lo que hoy conocemos como la Sierra de Santa Pola, fue una zona clave para las actividades comerciales de griegos y púnicos. Desde aquí se exportaban productos como sal, esparto y trigo, mientras que llegaban ánforas de aceite y vino griegas.
El puerto natural de Santa Pola se convirtió en un próspero centro de comercio y de intercambio cultural, integrando a diversas comunidades y permitiendo que la región prosperara. Sin embargo, este asentamiento fue destruido misteriosamente hacia el siglo IV a.C.
La Época Romana: Auge del Portus Ilicitanus
El periodo romano marcó un antes y un después en la historia de Santa Pola, conocida entonces como Portus Ilicitanus, puerto de la ciudad de Elche. Con el auge del Imperio Romano y la «Pax Romana», Santa Pola se transformó en un importante centro comercial, con un puerto que conectaba la ciudad con todo el Mediterráneo.
El comercio de productos como salazones, vino y aceite impulsó la economía local, y las infraestructuras del puerto romano florecieron, con almacenes, villas y áreas residenciales. Sin embargo, a partir del siglo V d.C., el Portus Ilicitanus comenzó a decaer debido al colapso del Imperio Romano y las crisis comerciales que afectaron al Mediterráneo.
Del Mundo Romano a la Sociedad Islámica
A partir del siglo V d.C., tras la caída del Imperio Romano de Occidente, Santa Pola, al igual que otras regiones costeras, experimentó una transición hacia la sociedad islámica. Durante esta época, la ciudad sufrió cambios en su estructura social y económica, pero aún no se dispone de suficiente documentación sobre este periodo para ofrecer una visión detallada.
La Torre del Port del Cap de l’Aljub y la Piratería
Durante la Edad Media, Santa Pola comenzó a desarrollar una serie de fortificaciones costeras para protegerse de los ataques piratas, muy comunes en la región. La Torre del Port del Cap de l’Aljub es una de las más destacadas, construida para vigilar las aguas costeras y advertir a los residentes locales de posibles incursiones piratas.
Esta fortificación y otras similares ayudaron a defender la costa de los constantes asaltos, convirtiendo a Santa Pola en un enclave estratégico para la defensa de la zona.
El Castillo-Fortaleza: Protección en Tiempos de Inseguridad
En el siglo XVI, bajo el reinado de Felipe II, se construyó el Castillo-Fortaleza de Santa Pola. Esta fortificación fue diseñada para proteger a los pescadores y a la población local de los ataques de piratas berberiscos. Además, la fortaleza jugó un papel clave en la defensa del territorio en tiempos de guerra, siendo un símbolo de la resistencia local.
El Desarrollo del Puerto y la Independencia Municipal
A finales del siglo XIX, Santa Pola experimentó una nueva etapa de crecimiento con la construcción del puerto actual. Este puerto, que aún hoy sigue siendo uno de los más importantes de la región, permitió a la ciudad desarrollar su industria pesquera y aumentar su importancia como punto de comercio.
En 1847, Santa Pola logró su independencia municipal de Elche, un paso crucial en su desarrollo como ciudad. Este proceso marcó el comienzo de una nueva etapa de crecimiento económico y urbanístico.
El Origen del Nombre de Santa Pola
El nombre de Santa Pola tiene raíces históricas que se remontan a la época romana y posiblemente a las colonias griegas de la zona. Aunque su origen exacto es debatido, algunos estudios sugieren que deriva de «Portus Illicitanus» o de «Solo», término griego relacionado con el comercio de la sal, uno de los recursos más importantes de la zona a lo largo de su historia.